Según el calendario, ya estamos en primavera, sin embargo en alta mar todos los días son idénticos.
No iba desencaminado Bram Stocker, al imaginar como unos seres podrían privar a otros de su alma, dejando intacto su cuerpo para la eternidad.
Existen mujeres, que ya lo dijo Sabina, dejan agujeros negros en el alma -también hombres, aunque no lo diga-, seres en definitiva, que dejan marcas indelebles en la vida de otras personas, y no precisamente por sus méritos como bienhechores. A menudo estas personas condenan a otras, a una existencia lobotomizada e insípida, ante un fracaso sentimental o un desengaño amoroso que deja marcas grabadas a fuego en su existencia. Algunas personas en estos casos, no solo pierden su inocencia, sino también la capacidad de sentir emociones, dejando limitada su existencia a una anodina búsqueda constante del dorado sentimental que nunca jamás ha de llegar.
A finales del año 1984, Alan Parsons Project lanzo su album Vulture Culture, de este album, siempre me llamó la atención la tercera canción de la cara A "Days are numbers (the traveller)", la traducción lo dice todo http://www.songstraducidas.com/letratraducida-Days_are_numbers_2598.htm por aquél entonces, este marinero no podía ser capitán de quince años, aunque en su inocencia ya apuntaba maneras.
Hoy no hay nubes, hay una ligera y fresca brisa, brilla el sol, quizás sea primavera, el azul del mar se refleja en la copa, remuevo su contenido y los cubitos tintinean mientras se diluyen entre la ginebra y la tónica, la rodaja de limón gira dentro de la copa, al mismo ritmo pausado que lo hace la vida, y el vinilo http://www.goear.com/listen/b8cbba0/days-are-numbers-the-traveller-ala-parsons-project
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